El París Saint Germain, con el portero costarricense Keylor Navas suplente, venció en un encuentro plácido frente al Mónaco (2-0) con dos goles de Kylian Mbappé.
El conjunto del Principado no generó mucho peligro a los de Mauricio Pochettino, que aumentan la brecha en el liderato.
Otro encuentro sin emoción del cuadro del Parque de los Príncipes, que resolvió en la primera mitad y aguantó bien en la segunda.
El primer aviso fue del Mónaco, que contó con su ocasión más clara a los tres minutos del pitido inicial. Diop estrelló un disparo en el poste tras el robo anterior de Ben Yedder, muy participativo en los primeros compases del encuentro.
Los locales se encontraron con el gol pasados los diez minutos de juego. Sidibé vio la cartulina amarilla por una infracción sobre Ángel di María dentro del área, motivo por el cual el colegiado señaló la pena máxima.
El encargado de transformar el penalti fue Kylian Mbappé. El francés disparó con sangre fría y anotó un nuevo gol ante su ex equipo para poner el 1-0 en el marcador en el 12'. Tras el tanto, comenzó el dominio del PSG, que se extendió hasta el descanso.
Los parisinos neutralizaron al equipo del Principado durante la primera mitad. Lo intentaron Ben Yedder y Golovin en numerosas ocasiones, pero se encontraron con un Marquinhos que volvió a firmar una actuación imperial para echar el cerrojo en la defensa.
Tras media hora de dominio abrumador de los locales, llegó el segundo y último tanto del partido, obra del mismo autor del primero. Mbappé recibió una asistencia de Messi tras un contragolpe, y definió cómodamente para hacer su doblete personal en la noche del domingo.
Leo Messi trató de contar con su momento particular en un partido que comenzó con un pequeño homenaje hacia él. Los jugadores del PSG lucían unos dorsales dorados en conmemoración al séptimo Balón de Oro del astro argentino.
No se puede negar que el ex del Barcelona lo intentó, pero no termina de carburar en la Ligue 1. Tuvo dos ocasiones claras, una en el 64' que acabó por encima de la red y otra en el 79', con un remate muy picado del '30' tras la asistencia de Mbappé. No obstante, no hubo premio para el rosarino.
Tampoco tuvo regalo el Mónaco, que tomó las riendas del partido en la segunda mitad. El PSG se limitó a mantener su marca y aguantó con éxito las embestidas de su rival, liderado por un Golovin muy insistente que tuvo la mala suerte de coincidir con Marquinhos sobre el césped.
Donnarumma tuvo que trabajar, pero no sudó en exceso. Sin embargo, el guardameta casi se metió en un lío al dormirse en los laureles, lo que pudo costarle que Golovin le robara el balón e hiciese el 2-1. El ruso acabó su encuentro particular con una rosca envenenada que detuvo el italiano.
Finalmente, el marcado permaneció intacto en la segunda parte y el PSG se llevó los tres puntos al vencer al Mónaco (2-0). Victoria cómoda de los de Mauricio Pochettino, aunque carente de una excesiva emoción.