El caso McDonald es de los más curiosos en la historia del fútbol nacional reciente, porque el jugador llegó a alcanzar una alta consideración mediática, que algunas veces estuvo incluso por encima de la deportiva.En el clásico anterior previo a la final, se vio cuando la compañía Burguer King , negoció ponerle este nombre en lugar del apellido McDonald como un golpe contra su competidor de hamburguesas, que generó atención en diversas partes del mundo.
Con sus 17 goles en los llamativos duelos de la Liga contra el Saprissa, quedó a dos del histórico record máximo de Rolando Fonseca con sus 19 tantos, pero que los marcó vistiendo las camisetas de los dos equipos. Jonathan solo lo hizo con con los manudos.
Sin ser formado en la Liga y venido del Herediano en el 2010, McDonald se abrió un lugar con sus actuaciones, goles y muchos roces calientes, que lo dispararon al foco de los medios. Sus diferencias gestuales con los árbitros fue parte de los partidos y aquella famosa final en el Morera Soto, cuando le lanzó el zapato al argentino Andrés Imperiale de los morados, que fue un hecho mayúsculo y no resultó expulsado sorprendentemente.
Fue en la final de diciembre 2015 y completamente inusual, el árbitro principal de ese juego Henry Bejarano lo dejó pasar . Por ese hecho fue llamado el manudo como McTaco en alusión al lanzamiento del zapato de fútbol, que nosotros los ticos los llamamos tacos.
Sus berrinches con los árbitros fueron una constante.El decía sentirse perseguido por ellos que permitían a sus adversarios entrarle fuerte y provocarlo. Dos famosos ex arbiros mundialistas de Costa Rica incluso fueron consultados por nosotros y las opiniones divididas. Para el mundialista tico de México 86 e Italia 90, Berny Ulloa dijo que ” se equivoca con la actitud que toma en la cancha: "Entra enojado al terreno de juego, se le nota en la cara, él cree que los árbitros lo persiguen pero no es así”. Del otro lado, el mundialista nacional de USA 94, Rodrigo Badilla manifestó "Veo que le dan muy duro, por arriba, por abajo, por la espalda, por todo lado y muchas veces el árbitro no marca".
Otro hecho también marcó a McDonald en mayo del 2014 cuando se fue expulsado en la final contra los morados en el Saprissa y que siempre activó las sospechas que su técnico alajuelense de entonces, Oscar Ramírez, no se lo perdonó y fue un tema que rondó incluso hasta la convocatoria hacia el mundial que hizo el mismo con Costa Rica en el 2018 y que durante su periodo prácticamente no lo tomó en cuenta y quedó descartado de la cita rusa.
A los 32 años, el temperamental McDonald vivió un desenlace que posiblemente no lo quería, se manifestaba como jugador amante del club,le pagaban bien, sus goles en cantidad son muy respetados, pero hay ausencia de tantos claves en partidos altamente decisivos para encumbrar al equipo a un título que se le hizo escurridizo y hasta traumático tras su campeonato 29 en el Invierno del 2013.
La idea de que no continuara ha estado rondando hace rato, pero esta vez el presidente Fernando Ocampo fue radical y se encargó de comunicarle que no iba más, pese a que el club deba pagarle el resto del contrato o una muy buena parte, puesto que terminaba su vínculo en diciembre próximo. Un golpe al ánimo del jugador, pero salvado por la campana herediana y las actitudes de los dirigentes que no son fácilmente digeribles, porque al parecer sin necesitarlo, su amigo Aquil Ali y el gerente Jafeth Soto, le dieron un buen contrato y por los próximos dos años cuando termine con 34 lustros.
McDonald lo que perdió en la cancha manuda, lo ganó en la mesa herediana. Y su historia continúa.
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