Además de ‘Fello’, goleador en su momento de la primera división mexicana, también militaron en el CS Cartaginés sus hermanos Otto, Álvaro y Jaime; a este último voy a referirme en el presente texto, pues su participación como legionario costarricense probablemente no es ampliamente conocida por la mayoría de los estimables lectores de everardoherrera.com…
En 1944, cuando ‘Fello’ Meza regresó del balompié argentino, su hermano Jaime tenía poco menos de dos temporadas de actuar para el equipo de ‘la Vieja Metrópoli’. Debido a que ‘el Maestro’ iba a retomar su carrera en el balompié azteca, y consciente del gran nivel que empezaba a exhibir el cumiche Jaime, decidió llevárselo con él para incorporarlo a ‘los Cerveceros’ del Moctezuma de Orizaba, una pequeña ciudad de Veracruz.
Una vez allá, el plan era que el jovencito Meza, de solo 18 años de edad, iba a ser inscrito en la categoría de reservas para que fuera aclimatándose al exigente fútbol mexicano de la época, sin embargo la repentina lesión del delantero argentino Ernesto Candia obligó al cuerpo técnico del Moctezuma a reconsiderar, y así Jaime Meza fue enviado “a la guerra” desde la primera fecha del campeonato 1944-1945.
Lejos de intimidarse, el menor de los Meza Ivancovich demostró en ese y los siguientes partidos el talento costarricense-croata de su genética, pues efectivamente, el apellido materno provenía de su abuelo croata, quien había arribado a nuestro país en la misma oleada de inmigrantes en que venían otras respetables familias de Croacia que se vincularían a la sociedad tica; una de ellas, la familia Orlich de la que provendría el posterior presidente de nuestra república, don Francisco José Orlich Bolmarcich. Valga acotar que la terminación “ch” de los apellidos Ivancovich, Orlich y Bolmarcich fue creada aquí por razones fonéticas, pues en aquella época para los ticos era incomprensible pronunciarlos así pero escribirlos como Ivancović, Orlić y Bolmarcić, que es como originalmente se escribían en croata…
De lleno en la primera campaña de Jaime en tierras mexicanas, el Moctezuma supo conjuntar muy bien la legión costarricense que formaba parte de su plantel: además de los hermanos brumosos, estaba el atacante guanacasteco Alfonso ‘la Ardilla’ Arnáez y el guardameta barbareño Evaristo Murillo. Con los cuatro ticos el cuadro cervecero alcanzó una meritoria tercera posición, casualmente la misma ubicación que había conseguido el equipo en la anterior etapa de ‘Fello’ (41-42), descrita en otro artículo de este espacio. Murillo, uno de los mejores cancerberos que había entonces en canchas aztecas, supo defender muy bien su portería, al punto de convertirla en la tercera menos vencida del torneo, mientras que los otros tres ticos sumaron 20 goles a la causa, es decir, aportaron el 36% del poder ofensivo del club.
Hermanos brumosos de sangre croata. En 1944 Jaime y José Rafael Meza Ivancovich (respectivamente en los extremos izquierdo y derecho) se convirtieron en la primera pareja de hermanos costarricenses que jugó junta en el fútbol mexicano. Oriundos de la provincia de Cartago, tenían sangre croata por parte de su abuelo materno. La imagen es del año siguiente y los muestra a ambos instantes previos a medirse al Puebla del también tico Walter Allen; también aparece el portero Evaristo Murillo. (Cortesía de don José Rafael ‘Fellillo’ Meza)
En el caso concreto del menor de los Meza Ivancovich, su participación más sublime correspondió al ‘hat-trick’ que le marcó al Guadalajara en su propio campo tapatío en abril de 1945, cuando el Moctezuma dio el campanazo de la fecha al vapulear 6-1 a “los Rayados”, como se les llamaba entonces a las actuales “Chivas”. Lo más llamativo de ese marcador, y quizás para nuestros intereses hasta divertido, es que el diario ‘El Informador’ de Guadalajara había titulado su nota anterior al encuentro así: “El Moctezuma puede sufrir un colapso en el partido de hoy”...
Para finalizar esta columna quise compartir una curiosidad que tiene relación con Jaime Meza y Evaristo Murillo… Resulta que en México siempre ha existido una pugna entre historiadores por dilucidar el verdadero origen del fútbol en ese país. Una versión define a Pachuca como la primera ciudad en practicarlo, mientras que otra le concede tal designación a Veracruz. Dentro de quienes defienden esta segunda tesis se encuentra don Gustavo Petterson Hernández, un médico que ha dedicado valiosos esfuerzos a estudiar la historia del balompié en el puerto del Caribe mexicano. El galeno compiló todo el material hallado y publicó en 2008 su libro titulado ¡Viva el fútbol!, el cual está adornado en su portada con una bonita fotografía del equipo Moctezuma, en la que aparece el hermano menor de ‘Fello’ Meza (acuclillado a la izquierda), así como el arquero Murillo.
La obra, de gran importancia para el balompié ‘jarocho’, le fue entregada en su momento al presidente de los equipos locales Tiburones del Veracruz (Primera División) y Albinegros del Orizaba (Liga de Ascenso), Fidel Kuri Grajales, quien a su vez se la facilitó a importantes personalidades del fútbol azteca como Hugo Sánchez y Javier ‘el Vasco’ Aguirre… De tal forma, desde entonces muchísima gente del medio futbolero mexicano ha tenido en sus manos un invaluable documento que no solo exhibe a Jaime y Evaristo en su imagen de portada, sino que además les concede el merecido honor a unos futbolistas costarricenses que le dieron mucho al deporte veracruzano. ¡Enhorabuena por ellos, por las familias Meza Ivancovich y Murillo Chaverri, y por nuestros representantes deportivos en el extranjero!
Hugol y el Vasco conocieron al menor de los Meza y a Evaristo Murillo. Las imágenes muestran al dirigente veracruzano Fidel Kuri Grajales entregándoles el libro ¡Viva el fútbol! a Hugo Sánchez, pentapichichi del fútbol español, y a Javier ‘el Vasco’ Aguirre, mundialista como jugador y como técnico con México. Los costarricenses Jaime Meza y Evaristo Murillo aparecen en la foto de portada de la obra. (Tomadas de mediotiempo)
* El autor es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando el libro Nuestros primeros legionarios. Futbolistas ticos en el mundo 1875-1990.