Un as en la manga
El pentatleta soviético Boris Onischenko ganó un oro en las Olimpiadas de Múnich de 1972 y quería repetir la jugada en Montreal en 1976. Sin embargo, estaba vez tenía un as en la manga... o algo así.
Todos nos extrañamos cuando se las arregló para marcar un punto sin tocar a su oponente.
Resultó que su espada de esgrima estaba trucada y podía activar el sistema de puntos a su antojo. El deportista ruso fue descalificado.