Desde que somo niños luchamos con nuestros padres porque nos rehusamos a toda costa comer verduras verdes o de hojas.
A más de uno le tuvieron que colocar en la televisión los dibujos animados de Popeye el marino, para que funcionara como punto de referencia el comer las espinaca o todo lo que se le pareciera a esta para entender que nos haría más fuerte e inteligente.
Ahora adultos, por lo normal se repite el caso y esta vez nosotros estamos parados del otro lado de la vereda luchando contra nuestros hijos. Pero no puedes perder las esperanzas y hay que insistir en que coman este tipo de alimentos naturales sumamente sanos y con una gran variedad de nutrientes vitales, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Verduras de hojas infaltables en los hogares
Espinaca: Está repleta de hierro, calcio, potasio y vitaminas B6, C y K. Es una buena fuente de antioxidantes que puede reducir el riesgo de muchas enfermedades, incluidas las cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Es mejor comerla crudo, como parte de una ensalada, ya que la cocción tiende a destruir los polifenoles y flavonoides naturales de las hojas.
Col rizada: Está repleta de micronutrientes importantes como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre, manganeso y selenio. También es una buena fuente de vitaminas, incluidas las vitaminas A, B, E, C y K.
Acelga: Cuenta con cantidades de vitaminas A y C. Una pequeña cantidad de acelga (alrededor de 175 gramos) puede satisfacer el requerimiento diario de vitamina K, que es importante para la coagulación de la sangre y la salud de los huesos.
Rúcula: Está repleta de nitratos y puede aumentar el rendimiento en los deportes. La rúcula también es rica en vitaminas K y C, y calcio y polifenoles.
Lechuga romana: Es una buena fuente de vitaminas y minerales, incluidas las vitaminas A, K, C y ácido fólico (una vitamina B que es especialmente importante durante el embarazo). Estos nutrientes son esenciales para mantener la salud en general y apoyar un sistema inmunológico saludable.
Fuente: Metro Latinoamérica