El noruego Ken Stornes, conocido en redes como el 'último vikingo', rompió el récord de salto mortal con un escalofriante clavado en plancha desde 40,5 metros de altura.
La hazaña, además de revolucionar el mundo de salto, hizo lo propio con las redes sociales, donde sus miles de seguidores celebraron la arriesgada maniobra.
Las imágenes no dejan indiferentes a nadie. Stornes, encaramado a una plataforma colocada en un acantilado, lanza una roca enorme para comprobar la caída y romper la tensión superficial del agua. A continuación, sin pensárselo dos veces, se lanza al abismo.
El musculoso cuerpo de Stornes se precipita a toda velocidad, a unos 100km/h hacia el agua, donde aterriza con una dolorosa plancha. ¿El motivo? La puntuación de los jueces de esta disciplina, mayor cuanto más cerca esté el saltador de aterrizar al agua con el estómago.
"Nuevo récord del mundo, 40,5 metros. Una vez más devolvemos el récord de salto mortal a Noruega, a donde pertenece. ¡Ha sido una locura!", escribió el propio Stornes en el pie de foto de la secuencia. Tuvo que ser ayudado a salir del agua, aunque se desconoce si el autor del salto sufrió daños más allá de las marcas superficiales del 'planchazo'.
El video pronto quedó repleto de comentarios al pie: "¿Cómo no morir haciendo esto? Es como golpear cemento" o "Realmente pensé que morirías haciendo esto, sus enormes huevos deben haber suavizado el impacto", fueron algunos de los mensajes de celebración más repetidos por su comunidad (ya con casi medio millón de seguidores).
Este salto colocó el récord masculino al lado del femenino, también logrado por una noruega, Asbjørg Nesje, con 30,5 metros. Pero esta no es ni mucho menos su único reto extremo, pues el 'último vikingo' comparte cada semana nuevas locuras como saltos extremos en la naturaleza, ejercicios brutales en pleno bosque que mantienen fascinadas a millones de personas incapaces de replicar sus locuras.