El Atlético de Madrid logró agónica victoria 0-1 de visita ante el Celta de Vigo para apretar la lucha por el tercer lugar en la Liga Española.
El encuentro empezó prometiendo muchísimas emociones que llegaron a cuentagotas en Balaídos. Ese cabezazo de Álvaro Morata, a pesar de estar en fuera de juego, y la notable salvada de Iván Villar calentaban el cruce entre Celta y Atlético Madrid que se fue apagando.
Fue poco lo que enseñaron en el capítulo inicial. Llorente volvió a probar suerte con un zapatazo que tenía destino de red pero el peruano Renato Tapia puso todo su cuerpo para evitar la caída de su valla. Del lado local apenas un zurdazo de Carles Pérez que Jan Oblak manoteó contra su caño izquierdo al córner.
En la complementaria, Atlético Madrid amenazó en la primera pelota con un derechazo de Morata que salvó contra su palo izquierdo Villar. En el rebote apareció el belga Yannick Carrasco que, a pesar de disparar en posición adelantada, igual la mandó afuera para alivio del Celta.
Los celestes, contaron con grandes chances de cantar victoria pero la más clara fue un mano a mano de Iago Aspas que Oblak salvó en la línea. El colchonero parecía quedarse retrasado con la expulsión de Stefan Savic hasta que, cerca del cierre, no desaprovechó un regalo de esos que supo entregarle el fútbol.
Iban 88 minutos de la segunda parte cuando Carrasco castigó de derecha, la pelota rebotó en la marea de defensores locales y le quedó servida a Memphis Depay. El neerlandés, en posición de disparo, se encontró con todo servido en bandeja para sentenciar la historia en Galicia.
El Atlético de Madrid es cuarto con 38 puntos a uno de la Real Sociedad
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