En final de equipos brasileños, este sábado el Flamengo conquistó por tercera vez la Copa Libertadores después de vencer por la mínima a un Athletico Paranaense (1-0) que se vino abajo con la expulsión al borde del descanso de Pedro Henrique. Gabigol anotó el único gol de la victoria.
Después de adueñarse Palmeiras de él durante dos ediciones consecutivas, Flamengo reclamó el título y el trono de América en Guayaquil, Ecuador. El 'Mengao' consiguió el gran objetivo del curso como si estuviese en casa, ante un buen número de sus aficionados.
Y con un hombre más que determinante en el terreno de juego. Ese es Gabigol, un futbolista que está acostumbrado a marcar y a dejar su impronta en las finales. Tres ha jugado de Libertadores y ha anotado en las tres. River (2019) fue su primera víctima, luego le tocó a Palmeiras (2021) y ahora Atlético Paranaense (2022).
Su 'espinita' clavada sigue siendo la final ante el 'Verdao', la única que se le ha escapado. Pero como el fútbol da revancha, el delantero brasileño se convirtió en el héroe del duelo contra el 'Furacao'. Se encargó de firmar el tanto del triunfo en una acción de '9'.
Gabigol estuvo en el lugar oportuno cuando Everton Ribeiro apareció por la derecha y le puso un centro medido para que solo tuviera que meter el pie izquierdo. Un gol que sirvió para coronar de nuevo a Flamengo, que ya lleva tres en su cuenta particular.
Y en una final algo descafeinada porque pasó muy poquito. Solo se puede destacar el gol de Gabigol, la lesión de Filipe Luis a los 20 minutos, un hecho que ya le pasó en la final del 2021 ante Palmeiras (se fue del campo a los 36 minutos) y la expulsión de Pedro Henrique.
Antes de que empezara el encuentro, todo el mundo ya sabía cómo iban a salir los dos equipos. Scolari, fiel a su estilo, armó un equipo muy junto y con todos por detrás de la pelota. El balón no lo quería para nada, ya que su intención era aprovechar cualquier pérdida o robo para contragolpear al 'Mengao'.
Y casi estuvo cerca de sacar partido de dos acciones con apenas un minuto de diferencia. En el 11', David Luiz se durmió, Vitor Roque le comió la tostada y menos mal que Santos desvió la pelota. En el córner, Alex Santana, en una posición inmejorable al segundo palo, mandó el esférico a las nubes.
Todo el 'Furacao' se echó las manos a la cabeza porque era darle un golpe muy temprano a su oponente. Y ya unas acciones tan claras no las volvió a tener en los 90 minutos. El partido entró en una fase de poco juego, interrupciones y sin peligro de alguno.
Lo que salvó al primer tiempo fue la expulsión por doble amarilla de Pedro Henrique. El zaguero vio la primera amarilla en el 28' por una entrada fuerte sobre Gabigol y la segunda, en el 43', tras barrer a Ayrton Lucas abajo. Con uno menos se quedó Athletico Paranaense y cabreo monumental de Scolari.
Y pocos minutos después, justo antes de la llegada del descanso, Gabigol, en unas de sus apariciones, aprovechó un buen servicio de Everton Ribeiro, que tiró la pared con Rodinei, y metió la pierna izquierda para adelantar a su equipo. El delantero puso todo de cara y ya solo quedaba el segundo acto.
Un segundo tiempo descafeinado
Tras la reanudación, Scolari metió una serie de modificaciones para intentar agitar el encuentro, pero el técnico no encontró el resultado que esperaba. Jugar en inferioridad ya de por sí es complicado y sabía que en alguna que otra acción podía terminar la esperanza de empatar.
Los segundos 45 minutos transcurrieron muy lentamente y con poco que reseñar. Arturo Vidal, que fue suplente, saltó al campo y a los cuatro minutos dejó su huella con una patada a la altura de la rodilla de Heleno. Amarilla al canto y protestas como hace siempre el chileno.
Pedro, el máximo artillero de esta Copa Libertadores, estuvo desaparecido en combate. Poco se puede decir de este delantero que ha firmado 12 goles en esta edición. Gabigol, con muy poquito, lo eclipsó al igual que a Luizao, con el que comparte el honor de ser el máximo goleador brasileño en toda la historia de la competición (29 dianas).
Ya en los instantes finales, el 'Mengao' se echó para atrás y Athletico Paranaense tuvo una opción a balón parado, pero no cogió portería el remate de Pablo. Flamengo volvió a ganar la Copa y Gabigol volvió a demostrar que es el hombre de las finales.
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