Pocos futbolistas, quizá ninguno, han dedicado sus noches a la fiesta, las mujeres y la indisciplina y han sido capaces de llegar al día siguiente a resolver con goles un partido de fútbol, incluso con 40 años.
Su padre, Edevair de Souza, quería que su hijo fuera futbolista y le buscó un nombre de futbolista pero no encontraba el apropiado hasta que, cual bombilla, su cerebro se encendió cuando escuchó en la radio el programa Romário, o Homen Dicionário, cuyo presentador jamás se equivocaba en el significado de una palabra. Así pues, fue bautizado el pequeño nacido en 1966, el que de mayor no erraría frente al marco rival, tanto que alcanzaría los mil goles antes del retiro.
Siempre pequeño y con carácter tremendo, de niño la única forma de contener sus berrinches era darle una pelota de fútbol con la que calmar sus arrebatos. Así, O Baixinho, "el bajito" no tuvo más camino que el fútbol.
Debido a la violencia en la favela Jacarezinho, donde vivían, los Souza Faria hicieron mil sacrificios para trasladarse a vivir a otra parte más tranquila y segura. El pequeño Romário ayudaba a sus padres en lo que podía, cuidar gallinas (de vez en cuando alguna se perdía si el hambre apretaba), vendiendo sandías o lo que fuera.
Con solo seis años su carácter era tan complicado que era prácticamente imposible que no expulsaran de la escuela. Su padre le prometió que si se comportaba fundaría un equipo de fútbol y él sería la estrella del mismo.
De esta forma, nació el equipo Estrelinha, en el cual el chiquillo no dejaba de hacer goles ni de pelear con todos los que osaran enfrentársele. El Vasco da Gama lo buscó pero lo terminó rechazando por su pequeña estatura. El altivo chico les dijo que se arrepentirían y terminarían regresando por él. Y así sería tiempo después.
Su técnica mágica, su desparpajo para enfrentar a los rivales, unos pies llenos de recursos técnicos y fantasía, una aceleración pocas veces vistas y una capacidad para dejar la pelota en las redes nunca imitada hacía de Romário un artista en la cancha y de ésta un carnaval. Fue uno de los futbolistas más geniales a lo largo de su trayectoria. Jugador de inspiración, soberbio regate y autor de goles inimaginables, capaz de cautivar a todas las aficiones que le han visto jugar.
Más que sus números como goleador y multicampeón, son famosas sus anécdotas dentro y fuera de la cancha. ¿La más famosa? Su entrenador en el Barcelona, el mítico Johan Cruyff contó que: "Una vez, Romario me preguntó si podía perderse dos días de entrenamientos para poder ir a Brasil al carnaval de Río de Janeiro. Respondí: 'Si marcas dos goles mañana, te daré dos días más de fiesta con respecto a los otros jugadores de la plantilla'. El día siguiente, Romario marcó dos goles e inmediatamente se vino a la banda para pedirme el cambio. Me dijo: "Técnico, mi avión sale en una hora". No tuve opción y cumplí mi promesa con él". Lo mejor llegó después, tal y como relató el propio Cruyff. Pasaron varios días y Romario no había vuelto a Barcelona. El club azulgrana se puso en contacto con él tras numerosos esfuerzos. "El míster me dio permiso para irme de vacaciones a Brasil pero no me dijo cuándo debía volver…", replicó Romario desde la distancia. Genio y figura. Como Cruyff.
De él se han regado ríos de tinta por sus aventuras, goles y también por sus frases: "A Messi y Cristiano les ganaría el Balón de Oro", "En el fútbol no hay amigos", "Años atrás algunos decían que estaba muerto para el fútbol. La respuesta está acá… Voy a ser el segundo en alcanzar los 1000 goles". - "Me superarán, seguro. Pueden llegar a los mil tantos, ¡pero no habrá nunca nadie como Romario!". "Yo no me muerdo la lengua, no me puedo quedar callado ante lo que me parece incorrecto (….) Para algunos eso es bueno y para otros no", "Salí el jueves y saldré hoy y a quien no le guste que se joda. Los compañeros que se jodan, pues a ellos no les tengo que dar explicaciones". También hablaron de él: "Aceleración y velocidad de ejecución". "Y lo hacía todo parado. Me emocionaba ver una cosa inédita: se desmarcaba caminando, no necesitaba correr, sino prepararse para arrancar y fintar a cuantos poblaban la zona de definición" -Carles Rexach. "Es un jugador de dibujos animados" -Jorge Valdano. "A veces le maldecías largo rato porque no quería el cuero". "Tocabas y tocabas y el semáforo estaba en rojo, hasta que Romario ladeaba y, en un momento estaba verde para recibir y tirar; y ahí no podías fallar" -Joseph Guardiola.
Debutó en 1985 con Vasco da Gama y se retiró en el 2009 con el America do Rio. 1002 goles en su carrera anotados en 1260 partidos. Según FIFA sus goles oficiales son 772. Jugó en el Vasco da Gama, Flamengo, PSV Eindhoven, Barcelona, Fluminense y el Valencia, entre otros. Con la selección brasileña anotó 55 goles en 71 juegos oficiales.
Asimismo, fue elegido mejor jugador del mundo por la FIFA (1994); mejor jugador del Mundial de ese mismo año en Estados Unidos; mejor futbolista sudamericano (2000); máximo goleador de la Liga neerlandesa en tres temporadas y una en la española. Con Brasil, sobresalen su título mundial, sus dos copas América (1989 y 1997) y una Copa Confederaciones (1997).
En 2010 se inició en política como diputado del Partido Socialista Brasileño, motivado por su hija nacida con síndrome de Down al considerar que las personas con capacidades diferentes no estaban representadas políticamente. Actualmente es el Segundo Vicepresidente del Senado Federal en Brasil. Y sí, aún sigue viviendo de noche.
MÁS INFORMACIÓN
Alajuelense extiende ligamen de Johan Venegas hasta diciembre de 2024
Panameño Freddy Góndola renueva con Alajuelense hasta 2023
Aficionados del Bayern Múnich despiden a Lewandowski con gritos de "Hala Madrid" (VIDEO)