El entrenador mexicano, Javier Aguirre, actualmente dirige al Mallorca de la Primera División de España, equipo que tras 13 fechas disputadas marcha ocupa la casilla 17.
Recientemente Javier brindó una amplia entrevista a Diario Marca hablando sobre su trabajo en el Real Mallorca, los 500 partidos que lleva en el fútbol español y el momento en el que se encuentra La Liga española, torneo en el que acumula 15 temporadas.
"Cuando bajé con el Leganés pensé que había acabado mi etapa en España", expresó en la nota.
Aguirre, quien como futbolista se desempeñó como volante, es conocido con el sobrenombre de "El Vasco", porque su padre era de origen español y perteneciente a este pueblo. Tiene 64 años de edad.
Aquí la entrevista
P. Esta temporada no acaban de dar con la tecla.
R. Llevamos 50 partidos en los que nunca hemos estado en descenso. El año pasado se hicieron cosas buenas con jugadores que llegaron a su máximo rendimiento. Esta temporada, como Javier Aguirre, no he encontrado el buen rendimiento del equipo, por eso estamos con una pobre cosecha de puntos, pero no de juego. En cuanto a juego no estoy tan disconforme, porque hacemos cosas bien, pero luego nos condena un remate, un fallo o una distracción. Te pones a sumar y podrías llevar tres o cuatro puntos más... pero no los tienes.
P. ¿Cómo valora este año y medio dirigiendo al Real Mallorca?
R. Cuando pasó lo de Leganés, que fue una desgracia, en aquel famoso partido por la mano que nos pitan (ante el Real Madrid) y que nos manda a Segunda... pensé que había acabado mi etapa en España. Me fui a México, pero me llamó el Mallorca. Me gustó la idea, no me lo pensé. Tampoco hablé de plantilla o dinero. Llegamos con el agua al cuello porque el equipo llevaba seis derrotas y estaba mal. Llegamos y perdimos. Después del 2-6 ante el Granada pensé que el equipo estaba en Segunda. Pero acabamos sacando siete de nueve.
P. ¿Y la experiencia en la isla?
R. Me gusta mucho. Mi mujer y yo somos personas mayores que disfrutamos de la vida porque mis hijos están en México y en Estados Unidos. Conocemos la isla, cogemos el coche y vamos a algún pueblo. Estamos encantados de la vida, nos quedaríamos aquí. De hecho, hemos pensado en vender alguna casa y comprar una aquí. Más allá de la profesión, el mallorquín es muy afable, respetuoso. Esperan a que termines lo que estás haciendo para pedirte una foto o un autógrafo. La gente me ha sorprendido gratamente.
P. Tienen por delante una semana decisiva con doble partido y ante rivales directos como Cádiz y Alavés.
R. Es un Tourmalet o semana de Champions porque es un momento clave para muchas cosas, ya que se trata de tres partidos seguidos en casa que debemos estar a la altura de las circunstancias. Meter a la gente con nosotros en Son Moix. Podemos mejorar la clasificación. El año pasado tuvimos hasta once partidos de 1-0 o 0-1, siendo un equipo reconocible. Puede no gustarte el juego, pero uno tiene que poner la balanza de cuál es el objetivo y cómo conseguirlo. Igual no éramos muy vistosos, pero sí efectivos. Ahora creo que estamos jugando mejor, pero no estamos consiguiendo resultados. No encontramos el equilibrio, pero ojalá venga ahora.
P. ¿Le preocupa que no acabe de funcionar el fichaje de Cyle Larin? ¿Le está pesando ser uno de los jugadores más caros de la historia del club?
R. Es un punto importante porque al jugador se le nota algo. He hablado con Larin y me ha comentado que no había estado sujeto a tanta presión antes. En Suiza estaba más tranquilo, mientras que en el Valladolid llegó como refuerzo de invierno sin mucha presión. Aquí ha sido el fichaje estrella y se generó mucha expectativa a su alrededor. Y por diferentes circunstancias, no está encontrando el gol. Por lo demás, pelea, lucha... y está teniendo oportunidades. Ahora, sin Muriqi, jugará.
P. A Sergi Darder sí se le ve mucho más adaptado.
R. Está muy adaptado, ya es uno más del vestuario, de la familia. Se le ve mucho más suelto con la pelota y haciendo lo que pedimos, él lo nota. Ahora ya es cuestión de que dé un pase, marque un gol... pero está integrado. Además, es mallorquín, de la casa y es el hijo pródigo.
P. ¿Les está ayudando el contexto de La Liga? ¿Puede ser una salvación más asequible que en temporadas anteriores?
R. La ilusión óptica de no verte en descenso es un punto a favor porque dices 'no estoy en descenso', aunque es verdad que se ha puntuado poco. Estamos cinco o seis equipos a un partido y medio (del descenso). Sí creo que este año por alguna razón, como lo de Girona, esto hace que la permanencia pueda ser un pelín más barata, pero no me puedo fiar de eso. Tenemos que jugar mejor, ganar y meternos en una zona noble.
P. ¿Y en la zona alta? ¿Cree que el Girona acabará en posiciones de Champions?
R. Creo que ya no se desinflarán, estarán ahí. No sé si en Champions, cuarto o quinto... pero estarán ahí. Tienen un gran entrenador, buenos jugadores y juegan de memoria, con la flecha para arriba. Hablan de ser campeones y eso va sumando. En 15 temporadas en LaLiga siempre he visto a los mismos arriba, por lo que me da mucho gusto ver a un equipo que hace nada estaba sufriendo para subir desde Segunda B.
P. Dijo en una entrevista que su mujer no ve con buenos ojos una experiencia en Arabia... ¿Se le hicieron largos los dos años en el Al-Wahda en Emiratos Árabes?
R. Los dos años en Emiratos me vinieron bien por dos razones. La primera, por tomar perspectiva de dónde estaba en LaLiga y Europa, porque es una liga menor. Gané dos títulos, dinero y jugué la Champions de Asia. Me vino bien en todos los sentidos, pero no hay comparación con ninguna liga. Mi mujer me dijo 'te vas tú', yo le dije que llegó un momento que con el dinero que me iban a pagar no íbamos a trabajar nunca más y tampoco mis hijos. Pero aquí seguimos, trabajando.
P. ¿Le ha acompañado en todos sus destinos?
R. Me ha acompañado en todas y cada una de las 14 ciudades de siete países diferentes en los que hemos estado estos 41 años de casados. Te diría que le gusta más el fútbol a ella que a mí. Como aficionada me dice de repente quién juega. Cuando estamos viendo una serie te pone la Champions, aunque juegue el Real Madrid y ya esté clasificado.
P. ¿Se ha quedado con ganas de entrenar en la Premier League? ¿Es todavía una posibilidad?
R. No creo que pueda ya, pero sí me he quedado con las ganas. Me hubiera gustado, porque tuve la fortuna de estar en muchas competiciones. Me llamaron una vez en un mercado de invierno, pero no quise dejar tirado al equipo en ese momento y al final no fui. El tren pasa una vez y lo dejé pasar, pero no me arrepiento.
P. ¿Se puede saber la identidad del club inglés?
R. El West Bromwich Albion. Al final lo cogió Pepe Mel. Era para un Boxing Day, de repente y rápido. Lo consulté con mi mujer y mi ayudante y ambos me recomendaron que lo mejor era quedarnos. Se me ha quedado esa cosita de la Premier League, pero he de confesar que estoy feliz en España porque son casi 500 partidos en 15 temporadas, la gente me trata de maravilla, tengo mucho trabajo por hacer y esperemos que salga bien.
P. Son casi 500 partidos en España... ¿ha cambiado mucho La Liga desde su primera experiencia en un banquillo?
R. Ha cambiado mucho. Se ha profesionalizado para bien. Desde que llegué en 2003 hasta ahora ha mejorado todo. Pero no caigamos en el exceso. Este año están exagerando LaLiga con la exposición de cosas que no estamos preparados para ello. Se han cambiado muchas cosas, se ve una liga profesional. Pero estamos en el punto de competir con la Premier. Y como la Premier hace entrevistas en el baño, hay que ir al baño mientras estás cagando... La gente quiere contenido, el público es el que paga, pero estamos en el punto de saber hasta dónde.
P. ¿Y en cuanto al fair play financiero?
R. Lo del control financiero es lo mejor que ha hecho LaLiga porque había unas deudas brutales. Me tocó un equipo en concurso de acreedores y tenías que pedirle al administrador dinero para comprar agua para el viaje. Hoy no, porque no puedes gastar lo que no tienes.
P. ¿Qué opina sobre que haya jugadores con 16 años que jueguen tantos minutos?
R. Voy a recurrir al tópico de 'no hay edades, hay calidades'. En este sentido es cierto que la madurez de un chico de 26 años no tiene nada que ver con la de uno de 16, eso es verdad, porque son irregulares y vulnerables con el entorno. A mí me han dicho jugadores que necesitan un coaching para las redes sociales y no les entiendo. Los chicos de 16 años están sujetos a una presión extra por el entrenador que te exige, por la prensa y también por las redes.
P. ¿Convive mejor ahora con la crítica que en sus inicios como entrenador?
R. Siempre he sido muy autocrítico desde jugador, sabía qué partido había hecho, no necesitaba leer que me había equivocado, porque ya lo sabía. De entrenador soy igual, sé de inmediato si me he equivocado. Soy el primero en saberlo, por ello lo gestiono de una manera correcta. Alguna vez he dicho que hay cosas de mí que yo no sé y saben ustedes, hay cosas de mí que yo sé que ustedes no saben y hay cosas de mí que ustedes saben y yo sé.
P. Ya dejó claro que no le gusta el formato del Mundial que se disputará en 2030.
R. Pasamos de una ciudad como Doha con 14 estadios y cientos de partidos a un Mundial que se jugará en tres países (México, Canadá y Estados Unidos)... para en 2030 irnos a un Mundial en tres continentes. Es el exceso que comentaba de LaLiga, ni tan poco ni tanto. En ese afán de llevar a todo el mundo el fútbol caemos en excesos que pueden no aburrir a la gente, pero sí pensar que se han pasado. Los mundiales son en un país.
P. Esta temporada se cumplen 40 años de su liga con el América. ¿Cómo lo recuerda?
R. Fue en la 83/84, es cierto que son 40 años. Lo recuerdo con cariño, porque yo era un hombre de casa que nació en el Club América, me dieron todo. Ese fue mi último partido. Íbamos 2-1 ganando, recibí el balón, me metí al área y cerré los ojos... tiré un balón cruzado de zurda al palo largo y me salió al palo corto y fue gol. Fue 3-1, ganamos y fuimos campeones. No sabía que sería mi último partido en América, no he vuelto en 40 años. No me echaron, pero sí el entrenador me dijo que me tenía que ir. De entrenador no he tenido la posibilidad de volver.
P. Desde el 2016 México no disputa una Copa América. Con usted fueron subcampeones en 2001. ¿De qué forma debe afrontar la 'tri' el campeonato para intentar darle la vuelta?
R. Tuve la fortuna de dirigir una final en la Copa América contra Colombia. Nos ganaron 1-0. Poder optar ahora gracias a que se ganó a Honduras me parece fantástico. Ya lo dijo el técnico después de ese partido, que el equipo no tuvo la personalidad o lo que hay que tener para jugar de tú a tú ante esos rivales, se vinieron abajo, pero se tuvo la paciencia, porque estaban obligados a ganar, y toda la polémica de los penaltis. Al final México fue justo vencedor.
P. ¿Nos queda mucho Javier Aguirre en La Liga?
R. Yo me lo paso muy bien. Lo hablaba con Enrique Cerezo en el partido ante el Atlético, nos vamos haciendo mayores. Los árbitros que me pitaban antes ya no están porque ya son 20 años. Pero estoy tranquilo, reposado. Veo desde una óptica distinta y tengo un buen ambiente de trabajo. Si tengo salud y trabajo, no puedo pedir más. Hay que cuidar las cosas porque el que bien trabaja, no pierde el empleo. Por eso estoy intentando encontrar la fórmula para encontrar resultados. Una vez que los encontremos... yo en Mallorca estoy muy feliz.