El Barcelona se coronó este domingo campeón de la Liga Española al vencer 2-4 al Espanyol en el derbi catalán, pero acabó en una auténtica vergüenza cuando los ultras del conjunto perico invadieron el terreno de juego para evitar la celebración de su rival.
Los futbolistas culés y su staff técnico tenían cinco minutos de haber iniciado con la celebración, cuando debieron comenzar a correr hacia el vestuario porque un grupo de radicales entró al campo para agredirlos.
De hecho los ánimos a lo largo del partido estuvieron calientes, pues los jugadores del Barcelona comenzaron a celebrar el título con mucho tiempo de anticipación y los del Espanyol no tienen a su favor a los fanáticos debido a que están en puestos de descenso.
Ya con los jugadores resguardados en el vestuarios, la policía solicitud a través de los altoparlantes del estadio que abandonaran el terreno de juego para evitar el uso de la fuerza.
Ahora quedará por saberse que sanciones tendrá el Espanyol por la lamentable actitud de sus aficionados.
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