El Newcastle United derrotó 2-0 al Manchester United para seguir una jornada más en los puestos de Champions League.
Newcastle fue una máquina, dominó por completo y mereció que la diferencia fuese ampliamente mayor en la noche del domingo. En Upon Tyne, Manchester United fue una sombra de lo que pudo mostrar durante su levantada y hasta tuvo retazos de aquella tremenda goleada que le había propinado Liverpool algunas fechas atrás.
Las más claras del primer tiempo para el local fueron un cabezazo de Alexander Isak en el área chica que tapó David de Gea y, en la misma jugada, el español salvó milagrosamente un zapatazo de Joe Willock. Más tarde, Sean Longstaff probó con un misil de media distancia que salió realmente cerca del palo derecho.
Manchester United directamente no sabía donde estaba el arco de Nick Pope y Bruno Fernandes, de flojo cotejo, reclamaba un penal que no fue y que, claramente, jamás le dieron. Newcastle seguía yendo al frente y asustaba con una réplica donde Allan Saint-Maximin cedió para la solitaria entrada de Jacob Murphy que remató alto.
Era todo del dueño de casa y el premio llegó recién a los 19 minutos del segundo tiempo en una acción colectiva para enmarcar. Isak abrió la cancha para Bruno Guimarães. El brasileño mandó un centro pasado por banda derecha y Saint-Maximin bajó de cabeza por detrás de todos para que Willock, en el área chica, acierte con un cabezazo.
Con el 1-0, los Red Devils adelantaron sus líneas, intentaron un poco más aunque lo hicieron con la misma tibieza de todo el partido. De hecho, las Urracas tuvieron una clarísima a la media hora de la complementaria con un cabezazo de Joelinton que salvó De Gea, dio en el travesaño, y en el rebote, el palo se lo negó a Fabian Schär.
Para evitar sufrimientos innecesarios e injustos, los de Howe bajaron la cortina del pleito a los 42 minutos de la etapa decisiva. Kieran Trippier levantó un tiro libre desde la derecha, Callum Wilson se anticipó a Victor Lindelöf y con un frentazo puso cifras definitivas en Upon Tyne.
Manchester United, en una jornada para el olvido, salió súper ileso a pesar de la derrota porque el marcador pudo ser aún peor. Newcastle, en una función estelar, aplastó a los de Erik ten Hag por 2-0, borró esa derrota en la final de la EFL Cup y trepó al tercer lugar de la Premier League.
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