En el reducto deportivo llegaron casi 15.000 espectadores, que estuvieron a la altura de su equipo con una animación constante, colaborando en poner en muchas dificultades al campeón de Europa. El único que logró superar a la defensa del conjunto local fue Rodrygo con una gran acción individual y mejor remate.
El conjunto de Julio Cobos estuvo muy valiente y presionó muy lejos de su portería para hacer sentirse incómodo al conjunto de Carlo Ancelotti, que nunca se sitió cómodo en un terreno de juego muy pesado que no le beneficiaba. Tanto fue así que durante los 45 minutos apenas hubo ocasiones en ninguna de las porterías, algo que permitía al CPC albergar esperanzas de forzar la prórroga si todo terminaba con el 0-0 inicial.
En el descanso, Ancelotti dio entrada a los dos jugadores de mayor pedigrí de entre los que tenía en el banquillo, Rudiger y Fede Valverde, y esto en principio no fue solución. Marco Asensio chutó fuerte para que Iván Moreno detuviese el balón y poco más. Sin embargo, Rodrygo protagonizó una acción individual realmente espectacular, deshaciéndose de dos rivales y colocando el balón donde el portero local no pudo llegar. Era el 0-1 cuando restaban 20 minutos.
El Cacereño, jaleado por su hinchada, intentó reponerse, pero había realizado un enorme desgaste físico que le impidió pensar con claridad cuando llegó a las inmediaciones de la portería de Lunin
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