Nos acostumbramos a que Saprissa, Alajuelense y Herediano se enfrenten, dejando espacio para que surjan otros competidores.
Aquí surge la interrogante: ¿qué contribuyen los siete equipos de la parte baja de la tabla de posiciones al futbol nacional? Grecia, San Carlos, Pérez Zeledón, Liberia, Sporting SJ, Santos de Guápiles y Puntarenas. Respuesta única: no aportan nada.
No tienen afición propia. El 80% de los asistentes cuando juegan en casa son saprissistas o liguistas. No tienen estadio propio. No tienen infraestructura, (Puntarenas anuncia la construcción de dos canchas para entrenamiento en el Roble). Están endeudados con la CCSS y el Ministerio de Hacienda, además de otros proveedores menores y mayores. Algunos mantienen atrasos salariales a los jugadores y cuerpo técnico. Y en la parte futbolística dejan una estela ancha de desaciertos.
Quizás los únicos beneficiados con estos equipos son el comercio en las zonas alejadas de la GAM.
Los cinco equipos de arriba en la tabla: Saprissa, Alajuelense, Herediano, Cartaginés y Guanacasteca su aporte es muy poco.
Alajuelense luce mejor. Tiene infraestructura propia. Salarios al día. Pasivos que atiende con solvencia. Saprissa está lleno de deudas, pero cuenta con la afición más grande y se mantiene, hasta ahora, en el primer lugar de la tabla.
Herediano no tiene una afición que respalde los 29 títulos ganados, económicamente luce como el más solvente del país, paga buenos salarios y hasta construye un estadio propio. No tiene infraestructura y sobrevive como un equipo nómada.
Cartaginés está lleno de deudas, sin infraestructura y lucha a tropezones con mantenerse entre los mejores cuatro en la tabla. Guanacasteca es el símbolo del sudor derramado en cada partido y que está como el “lobo” (no me refiero al grupo de árbitros) al acecho por si alguno de los cuatro de arriba se descuida.
Si los siete de abajo no ofrecen nada en mejorar el fútbol nacional, ¿qué ofrecen los cuatro de arriba? Tampoco nada o muy poco.
¿En cuántos partidos Saprissa y la Liga han repetido alineaciones? Ninguno. Esa decisión no permite establecer un equipo, como conjunto, dentro de la cancha y eso frena la evolución.
La excusa de los entrenadores es que deben dosificar los jugadores.
¿Por qué se lesionan los jugadores de estos equipos? Varias causas: La mayoría son lesiones musculares: desgarros, tirones, recargas y esto es causado por el tipo de preparación física que reciben. Si la lesión es de ligamentos, huesos, rodillas o tobillos, están justificadas por las canchas o el roce con el rival.
En el fútbol moderno el trabajo de los médicos, preparadores físicos y recuperadores físicos se potenció hasta la máxima expresión. Las pautas de trabajo requieren rutinas bien claras y no actuar a la reacción sino a la acción.
¿Tienen Saprissa, Alajuelense y Herediano un cuerpo técnico para tener a sus figuras en la cancha? ¿Cómo pueden explicar los saprissistas que un jugador como Mariano Torres lesionado el 18 de julio con un esguince en su tobillo aún no lo recuperan?
Para mejorar el nivel del fútbol nacional es necesario que los equipos alineen a los mejores jugadores. Si los mejores tienen lesiones musculares, porque los equipos no tienen las condiciones necesarias, ni el personal calificado para poner un jugador en condiciones en poco tiempo, ¿quiénes serán los encargados de mejorar el nivel futbolístico? Lo van a mejorar los jugadores y equipos que tienen un nivel técnico-táctico muy ralito.
El electrocardiograma no es alentador. Registra en el papel cambios drásticos que ocurren en las corrientes eléctricas que se producen en todos los partidos con cada jugada. Y el diagnóstico es que el fútbol nacional en esta época parece claramente moribundo.
** El autor tiene una Maestría en Comunicación. Licenciatura en Periodismo y Educación Física. Además es entrenador de Fútbol y Baloncesto.