UNA NO MUY BONITA CONFUSIÓN
En esta ocasión los problemas llegaron al vestuario del Stoke City en 2013.
Todo comenzó cuando el abrigo de Jon Walters fue tirado al inodoro, la respuesta del delantero fue comprando una cabeza de cerdo y metiéndola en el casillero de Matthew Etherington, así como algunas truchas arcoíris en sus zapatos y su neceser.
Todo iba bien, hasta que Etherington tomó venganza. El jugador pensó que la broma se la hizo Glenn Whelan, por lo que metió la cabeza del cerdo en el que creía que era el casillero de Whelan, pero no fue así, lo hizo en el de Kenwyne Jones.
Walters dice que trató de explicar la confusión, pero no sirvió de nada.
"Entonces Kenwyne salió, tomó un ladrillo y puso el ladrillo a través de la ventana de Glenn Whelan porque todo lo que escuchó es el nombre de Whelan, luego manejo a casa", dijo a talkSport.
La furia de Jones se debió a que creyó que se debía a una discriminación religiosa.
"Mi esposa en ese momento era musulmana, tenía todas las diferentes facciones de la comunidad musulmana escribiendo a mi casa, no sé cómo diablos encontraron la dirección, queriendo manejar la situación", dijo al podcast Shoot The Defense.
"Eso podría haber ido de muchas maneras diferentes", agregó.