Sandy Casar
Competir en carreteras nacionales significa que los ciclistas del Tour de Francia se enfrentan a todo tipo de peligros inesperados.
En 2007, el francés Sandy Casar, de 42 años, quedó empapado de sangre después de que un perro se metiera en medio de la manada.
Al desviarse para evitar a los chuchos, los jinetes terminaron en un montón. Pero Casar volvió a subirse a su moto y ganó la etapa.