La ciencia ha demostrado los numerosos beneficios para la salud de un consumo moderado de café.
Así, puede prevenir algunos tipos de cáncer, mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de problemas neurológicos, ya que esta bebida puede llegar a disminuir la posibilidad de padecer alzhéimer hasta un 65% y hasta un 60% de sufrir párkinson. Además, puede reducir el riesgo de lesión renal aguda y ayuda a la prevención de los diabetes tipo 2.
Pero el café en grano no es lo único que se puede aprovechar del arbusto del cafeto y en numerosos países es costumbre utilizar sus hojas o la pulpa para cocinar numerosas elaboraciones. Estas formas distintas de tomar café ya es posible para los europeos.
La UE ha dado luz verde a la comercialización de dos nuevos alimentos derivados del café. Se trata de la infusión de hojas de Coffea arabica L. o de Coffea canephora Pierre ex A. Froehner y la pulpa seca de las cerezas de café arábica (Coffea arabica L. ) y de café robusta (Coffea canephora Pierre ex A. Froehner), según ha informado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
La infusión de Coffea arabica L. o de Coffea canephora Pierre ex A. Froehner, es un productor que se consume de forma tradicional en África, Asia y América del norte y ha sido autorizado en Europa como alimento tradicional de un tercer país. Ya en 2020 la EFSA determinó que no había problemas de seguridad en esta infusión y se procedía a la autorización por parte de la Comisión Europea.
La infusión de hojas de café pueden ser utilizadas tal cual o como ingrediente para realizar otras bebidas.
Por su lado, la pulpa seca de las cerezas de café arábica y de café robusta y su infusión se consume tradicionalmente en Yemen, Etiopía y Bolivia. En este caso, se puede utilizar también para hacer infusiones o para bebidas aromatizadas y en la etiqueta se debe informar adecuadamente a los consumidores sobre la preparación del producto.
Tal y como destaca la OCU, como sucede ya con otros productos alimenticio procedentes del café, si el contenido en cafeína es más de 150 mg/l (como tal o tras la reconstitución) debe incluirse una advertencia en la etiqueta de que el producto no está recomendado para niños ni para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Además, hay un tercer producto derivado del café pendiente de autorización. Se trata de la cáscara del café que se usa como ingrediente en infusiones de bebidas no alcohólicas a base de agua. Tradicionalmente se ha utilizado para realizar alimentos y bebidas en países como Etiopía, Kenia, Yemen, Arabia Saudita y Bolivia. Además, la cáscara y los productos a base de cáscara están disponibles para los consumidores de Australia, EE.UU., Canadá, Japón e India.
Fuente: Diario La Razón España