Las épocas de verano con sus altas temperaturas hacen que las personas tengan que mejorar sus hábitos de hidratación, así como de medidas para evitar como consecuencia una deshidratación que puede generar consecuencias muy serias.
Por ello, es importante definir cinco trucos o recomendaciones para mantenerse hidratado en épocas de verano.
Estas son las cinco formas:
Lleva una botella de agua siempre a mano
Puede parecer obvio pero muchas veces se nos olvida beber agua, sobre todo en el período vacacional al cambiar nuestra rutina diaria y aumentar nuestra actividad fuera de casa. Un consumo óptimo de agua debe ser superior a 2 litros de agua al día. Para ello, es recomendable tener siempre una botella de agua a mano y disponer de formatos fáciles de transportar para beber en cualquier parte.
Evita las horas más calurosas
Para evitar sufrir un golpe de calor es recomendable no salir de casa en las horas centrales del día, de 12:00 a 17:00 horas, así como exponerte al sol de manera prolongada. Opta por refrescarte en la piscina, ir de compras a un centro comercial, o leer un buen libro en casa.
Toma alimentos ricos en agua
Los alimentos son un gran aliado a la hora de mantener nuestra hidratación. Tomar alimentos ricos en agua puede hacer que ésta aumente hasta un 30%. Verduras como las espinacas o la lechuga y frutas como la sandía y la naranja son grandes aliados por lo que es recomendable optar por ensaladas frescas y deliciosas macedonias de frutas.
Di adiós a los refrescos
Los refrescos tradicionales tienen un alto contenido en azúcares que además de ser poco saludables para nuestro organismo, necesitan de agua de nuestras células para ser digeridos, por lo que contribuyen a la deshidratación. Una buena opción es utilizar sustitutos naturales y saludables como el té helado o el agua con gas, que son súper refrescantes y contribuyen a aumentar el consumo de agua.
Utiliza ropa ligera
Las altas temperaturas hacen que nos fatiguemos con más facilidad y que nuestro cuerpo pierda más líquidos. Por ello, es importante que utilicemos ropa fresca, con telas ligeras, tejidos naturales y no muy ajustada. Así, ayudaremos a nuestro cuerpo a mantener su temperatura habitual.
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