Este miércoles se realizó una reunión convocada por la Organización Mundial de la Salud, en la cual consistía solicitar a las fabricas farmacéuticas la modificación de las fórmulas de la vacuna contra la Covid-19.
En la misma la OMS pide que se además de que la vacuna ataque la proteína S (Spike), también lo haga con la N (Nucleocápside). Y es que el objetivo es que la proteína N es interna y más estable, y además a demostrado ser una de las que más mutaciones tiene en comparación con las otras regiones del virus, por tal razón, la OMS quiere atacar al "corazón" del virus.
En la actividad estuvieron William Dowling, como representante de la OMS y que funge como investigador de la Coalición para las Innovaciones en preparación para Epidemias, Philip Krause, director adjunto de la FDA y científicos del Africa Health Research Institute, el Instituto Karolinska de Suecia, del John Hopkins School of Medicine, el Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical en Hamburgo, el Ministro de Salud de Israel y de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
En las investigaciones realizadas y que presentaron, se confirmó que las respuestas de las células de inmunidad celular se mantiene en altos niveles en contra de todas las variantes, incluida la ómicron. Además, en los ensayos realizados con ratones se logró ver que en algún momento la realización viral de la proteína N sale y se expone, es en ese momento que los científicos quieren que los anticuerpos ataquen hasta reducirla.
Es por eso que los científicos quieren que la vacunas se han modificadas para incluir el ataque a la proteína de la Nucleocápside, y es que en está proteína se localiza el material genético viral junto con una envoltura externa, en la que se encuentra la proteína Spike, proteína de membrana y proteína de envoltura y otras proteínas accesorias.
De moment las vacunas se desarrollaron para que atacara principalmente a la proteína S del virus y el receptor ACE2 de la célula humana y que desarrollar anticuerpos neutralizantes para bloquear el ingreso del virus.
De momento se conoce que las vacunas de Moderna o de Pfizer, desarrollan altos niveles de anticuerpos contra la proteína S. Sin embargo, no se logra la protección completa contra una infección de la variante Ómicron, ante esto la tercera dosis se ha vuelto fundamental para luchar contra la variante, pero de no modificarse la fórmula de las vacunas se durará más en llegar a su fin.
Por último, Philip Krause, señalo que una vacunas que combine los anticuerpos para atacar a la proteína S y N pueden otorgar una protección de larga duración contra la Covid.
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