Es importante saber cómo tratar la carne de pollo para evitar la propagación de bacterias y el riesgo de intoxicación alimentaria.
Lavar el pollo bajo el grifo puede esparcir los microorganismos y contribuir al crecimiento de las bacterias, y en el caso de la carne de pollo hay un mayor riesgo de encontrar patógenos como Yersinia, Campylobacter o Salmonella.
Por lo tanto, es importante seguir algunos pasos para tratar la carne de pollo de forma segura.
Primero, no lavar el pollo bajo el grifo. Esto solo ayudará a esparcir las bacterias a través del agua y contribuirá al crecimiento de las mismas. En vez de eso, desempaqueta la carne y limítate a limpiar la superficie con un paño o papel absorbente. Luego, cúbrela con papel film y guárdala en el refrigerador hasta que estés listo para cocinarlo.
Es importante refrigerar el pollo inmediatamente al llegar a casa, almacenarlo a temperaturas de 4°C o menos y mantenerlo crudo en refrigeración como máximo por 1-2 días; congelarlo si no se consume en 24-48 horas, evitar que entre en contacto con otros alimentos, envolverlo en papel de aluminio o bolsas de plástico para congelar, etiquetar el contenido y la fecha de congelación, almacenar el pollo cocido en refrigeración por 3-4 días y congelar el pollo cocido si no se va a consumir en los primeros 4 días.
Cuando llegue el momento de descongelar el pollo, hay varias formas de hacerlo, pero algunas son mejores que otras en cuanto a higiene y calidad.
La mejor manera de descongelar el pollo es lentamente en el frigorífico. Si se descongela la carne a temperatura ambiente, se permitirá que las bacterias se expandan. Descongelar el pollo en el frigorífico tarda entre 1 y 2 días, dependiendo del tamaño. Si se necesita descongelar el pollo más rápido, se puede hacer en un bol con agua fría, cambiando el agua cada 30 minutos. El microondas es una opción para descongelar rápidamente, pero puede afectar al sabor y la estructura de la carne.
Y por último, el calor es la única manera de eliminar las bacterias, así que asegúrate de que está perfectamente cocinado antes de comerlo. Verificar si el pollo está bien cocinado es muy importante para asegurar que los patógenos no causen enfermedades.