La economía de los Estados Unidos, se encuentra atravesando, de acuerdo a un informe de El Economista, publicado en el sitio Cubadebate, varias dificultades que llevan a afirmar la posibilidad de afectaciones relevantes al PBI del país.
Según el estudio, el PBI de EEUU sufre el mayor descenso de su historia, situación que ya fuera adelantada por el “presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell”.
Los datos existentes indican que la economía del país al finalizar “el segundo trimestre del año la peor lectura jamás registrada, con una contracción anualizada de su Producto Interno Bruto (PIB) del 32,9%. Al menos eso indica la primera lectura oficial presentada el jueves por el Buró de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio del país, que confirma que, en los tres primeros meses de 2020, EEUU registró un crecimiento negativo del 5%”.
Esta caída en el PBI se expresó en las disminuciones constatadas en “los gastos de consumo personal (PCE), exportaciones, inversión de inventario privado, inversión fija no residencial, inversión fija residencial y gasto del gobierno estatal y local que fueron parcialmente compensados por un aumento en el gasto del gobierno federal. Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, también registraron caídas”, señala el estudio de El Economista.
El estudio señala que el gasto del consumidor, considerado como el principal motor de la economía, experimentó una contracción de un 34,6%, visible fundamentalmente, en el sector servicios, donde la caída es presentada como una “debacle”, ya que disminuyó un 43,5%.
“Los hogares también gastaron mucho menos en bienes, aunque la disminución no fue tan pronunciada, al caer un 11,3%”, indica el estudio.
En el análisis sobre el comportamiento de las inversiones de las empresas, se concluye que tuvieron “un revés importante”.
“El desembolso en infraestructura, como las plataformas petroleras, se hundieron un 35%, mientras que el gasto en equipos se redujo en un 37,7%. Ambos marcando caídas históricas. La inversión en nuevas viviendas también se redujo en un 38,7% mientras el nivel de inventarios se redujo en una tasa anual de 234.600 millones de dólares, en comparación con la caída de 80.000 millones de dólares del primer trimestre”, describe El Economista.
El informe señala que el optimismo en la recuperación económica, a partir de las reaperturas de mayo y junio”, debe tomarse con cautela si se considera que se encuentra “empañado por el repunte de las infecciones en el país, que superan ya los 4,47 millones mientras las muertes por coronavirus ascienden hasta 150 716, según la lectura más reciente de la Universidad John Hopkins”.
La descripción y evaluación que se realiza sobre el comportamiento negativo de la economía norteamericana, no soslaya el impacto que tiene el hecho de que, en la actualidad, “se han presentado más de 2 millones de peticiones de subsidios por desempleo cada semana durante las últimas 18 consecutivas a través de los programas de seguro por desempleo estatales, que cubren una media del 45% del salario, y el programa federal de asistencia por desempleo, que ha sumado 600 dólares extra a la semana y que expira el viernes”.
Atendiendo a ello, el estudio señala “un retroceso en el gasto del consumidor o una marcha atrás que obligue a un nuevo cierre de negocios no esenciales sería devastador para el mercado laboral, que está lejos de estar completamente curado”, refiere el medio, citando declaraciones de Ryan Sweet, economista de Moody´s Analytics.