El esloveno Tadej Pogacar ganó el sábado el Giro de Lombardía por cuarta vez consecutiva, igualando así el récord de victorias establecido por el gran ciclista Fausto Coppi hace más de siete décadas.
Pogacar, campeón del mundo, culminó un año asombroso en el que también consiguió el doblete de Tour de Francia y Giro de Italia.
El esloveno se impuso en la decisiva subida de Colma di Sormano, a 48,5 km del final de la «Carrera de las Hojas Caídas», de 255 km, cuyo recorrido había sido modificado tras las fuertes lluvias y los corrimientos de tierra en el norte de Italia.
Pogacar, guiado durante toda la carrera por su potente equipo de apoyo de los Emiratos Árabes Unidos, logró su segunda victoria en otras tantas carreras desde que se enfundó el maillot arco iris en Zúrich hace quince días, con un ataque en solitario marca de la casa.
«Ha sido un gran día para nosotros, una carrera larga y dura, y todo dependía de nuestro equipo, así que hemos hecho un gran trabajo y estoy muy contento de ganar con el equipo», declaró Pogacar.
«Lo planeamos así... Sabía que si tenía un hueco decente, podría llegar a la meta».
El corredor de 26 años terminó con más de tres minutos de ventaja sobre el doble campeón olímpico Remco Evenepoel, que regresó al lugar de su terrible accidente de hace cuatro años, en el que se fracturó la cadera al precipitarse por un barranco.
Pogacar ya era el primer ciclista de la historia en ganar la triple corona del Tour, el Giro y el Mundial con al menos una victoria en el Monumento en la misma temporada.
Y el triunfo del sábado, su 25º en 2024, permite a la estrella eslovena presumir de haber realizado la mejor temporada de la historia del ciclismo en carretera.
Pogacar comenzó su campaña en Italia hace ocho meses, asaltando la Strade Bianche con una carga de 81 km, y la superó en casi 20 km en su camino hacia la gloria del campeonato del mundo en Suiza.
Entre esas dos victorias, Pogacar se adjudicó una segunda Lieja-Bastogne-Lieja y seis etapas en cada una de sus victorias en el Tour y el Giro, además de ganar la Vuelta a Cataluña, el Gran Premio de Montreal y el Giro dell'Emilia del pasado fin de semana.
El heredero de Merckx
Estos triunfos le han convertido en el heredero no sólo de Coppi, siete veces campeón del Grand Tour, sino también de Eddy Merckx, el más grande que jamás se haya sentado sobre una bicicleta.
Desde el apogeo de Merckx en la década de 1970, nadie ha expresado el tipo de dominio que Pogacar tiene sobre el resto del pelotón este año.
Pogacar sólo ha sido batido dos veces este año, en la Milán-San Remo, donde terminó tercero, mientras que su séptimo puesto en el Gran Premio de Quebec fue su peor resultado de la temporada.
Pero se negó a ponerse al mismo nivel que Merckx, diciendo cuando se le preguntó si se daba cuenta de la magnitud de sus logros: «Vamos a ver dónde estaremos después de la carrera».
La tarea de Pogacar se vio facilitada el viernes por la noche cuando el Ineos prescindió de Tom Pidcock, que había terminado segundo por detrás de Pogacar en el Giro dell'Emilia.